Todo indica que estarémos menos unidos y más dominados. Si el General fue el padre del rock nacional, según el genial guión de Diego Capussotto y Pedro Saborido de 2009, bien pudo también haber adelantado lo que está sucediendo ahora en materia tecnológica en medios digitales, portales de la Web, informativos de televisión y radio y medios gráficos clásicos en papel.
¿El periodista va en camino a convertirse en una especie en extinción?
¿Ya no hay quiénes salgan a buscar y chequear un dato en la calle, sea en Tribunales, la villa La Cava o la Cámara de Diputados?
¿Son las empresas que dominan la red, el caso puntual de Google y Amazon, los auténticos dueños de la información sin elaboración intelectual ni desgaste de materia gris, a base de la utlización de su gigante hemoroteca de datos nuestros?
Millones de precisiones sobre gustos, lecturas, búsquedas, familias, negocios, contactos, inversiones, y gastos con tarjetas de crédito acá y en el exterior que viajan por el canal del infinito.
Y la información ya es un bien negociable que circula en pocas manos.
Veamos cómo será el mundo en 2051 si los imperios de la red siguen alimentándose de nuestros cerebros.
De todos y cada uno de nosotros.
La leyenda del tiempo 