Se hizo Justicia con el Tano Armaleo

El periodista de Olivos, Miguel Armaleo, tenía una unidad básica en Vicente López y hasta ahí íbamos los loquillos, que como yo, creímos en la Renovocación Peronista de Antonio Cafiero en el ’87.

Una pena absoluta lo que vino después con el riojano de apellido palíndromo que remató el país.

Resulta que mi amigo «El Tano» fue querellado por el intendente Enrique García y resultó sobreseído.

En el diario de Miguel, Lo Nuestro, hicimos nuestros primeros pininos en el oficio, incluso mi hermano Eduardo Daniel, salía a vender publicidad. Una vez vendió una página entera en Tigre, pero el anunciante jamás pagó.

Con Miguel también trabajó un periodista notable, Claudio Negrete, con quien compartí  horas en Noticias.

«El Tano», siempre solidario, me entregaba la llave de la redacción frente a la plaza de Olivos, cerquita del viejo cine York; ahí parábamos con esa horda que no dormía jamás.

Va la info.

El juez Marcelo Archelli del juzgado en lo Correccional Nº 6 de San Isidro, decidió sobreseer totalmente al periodista Miguel Armaleo, director del diario Lo Nuestro de la Región Norte de Buenos Aires, quien había sido querellado por el intendente de Vicente López, Enrique García.

Armaleo consignó que “El despliegue judicial llevado a cabo por el jefe comunal tomaba como base de sus denuncias, distintas ediciones del diario. En aquellas publicaciones, Lo Nuestro mostraba –en algunos casos con fotomontajes ilustrativos (ver http://www.diariolonuestro.com.ar)- y con fuerte rigor profesional, los múltiples pasos procesales que fueron transcurriendo en la causa que investigaba hechos de corrupción administrativa. Hasta que finalmente García fue sobreseído.”

No obstante el periodista subraya que a pesar de que el jefe comunal fue sobreseído en esa causa no ocurrió lo mismo con “su más intima colaboradora y otros ex funcionarios.”

Armaleo sostiene que García “Liberado de culpa y cargo, se metió en el andamiaje judicial. pidiendo la máxima pena para Armaleo: la prisión. En un fallo catalogado por algunos juristas como ejemplar y jurídicamente bien fundamentado, Marcelo Archelli asegura en su escrito, que también lleva la firma de su secretario Mariano Rougier, que los motivos que llevaron al jefe comunal a imputarle los delitos de calumnia e injurias al periodista Miguel “Tano” Armaleo, que “las críticas a un funcionario público no pueden ser sancionadas aún cuando estén concebidas en términos vehementes, hirientes, duros o irritantes sino resulta un propósito especifico el de denigrar o menoscabar, circunstancia que no se advierte en el caso”.

Y agrega: “A lo dicho es importante agregar que las calumnias o injurias deben ser analizadas en relación al momento y circunstancias en que fueron vertidas. En el caso en estudio las manifestaciones fueron esgrimidas durante el trámite de un expediente judicial y es en relación a ello que el querellado efectuó los cometarios publicados”.

En relación con los fotomontajes, el juez dijo que “fueron confeccionados respecto de una noticia relativa a un proceso judicial relacionado con actos de la función pública del querellante, los que más allá de las innumerables interpretaciones a las que puedan ser sometidos, lo fueron en el marco de un asunto de interés público, hoy excluido de relevancia penal”.

Armaleo indica asimismo que “No satisfecho con el fallo, los reconocidos abogados del intendente, Vardala y Di Totto (el primero letrado municipal, el segundo asesor), apelaron la sentencia.”

El periodista destacó la “prolija y fundada presentación jurídica desarrollada por el abogado penalista Mauricio Eimann y Hugo Azerrat, del estudio Daniel Llermanos” que permitió llegar al sobreseimiento para el periodista.

Texto (InfoBAN)

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